domingo, 4 de febrero de 2018

Shenmue y la nostalgia artificial.





Hace relativamente poco que volví al mundo que Yu Suzuki había creado con la que para mi es su obra maestra, Shenmue. Siempre le he tenido un cariño especial a esa recreación que el señor Suzuki nos ofreció. Cuando lo jugué por primera iba de un sitio a otro caminando tranquilamente mientras observaba cada rincón de aquella pequeña ciudad; sus barrios llenos de vida, su arquitectura, su maravillosa ambientación... Todo eso me cautivo y me enamoro la primera vez que lo jugué.

Baby Boy Ryo!

Esta vez ha sido completamente distinto. Esta vez he sentido nostalgia, nostalgia por algo que jamás he vivido. Cuando estaba en los controles de Ryo, sentía que era yo el que estaba habitando ese mundo. Sentía que ya había estado cuando era niño, como si hubiera sido mi barrio de la infancia. Ese templo que estaba cerca de mi casa; ver ha aquellas señoras cotilleando como siempre al lado del teléfono; Esa pequeña tiendecita donde iba a comprar golosinas y la mujer mayor que me recibía con una sonrisa; el parque, el barrio comercial y esa música del centro comercial que escuchaba por las tardes antes de regresar a casa...Todo. Pero toda esta nostalgia que sentía, era mentira.


Yo jamás había vivido allí. Solamente había jugado a Shenmue, no lo habite jamás. Pero a pesar de todo, sentía que algo de ese juego se había quedado en mi corazón. Parecía que lo que había vivido aquella vez, me marco tan fuerte, que parecía que ahora ya vivía en su mundo, como si fuera real. Esta sensación fue preciosa. Como es posible que algo artificial, algo que no "ha existido" puede formar parte de ti, y que entonces parezca que todo fue real.

Siempre he sabido que el primer Shenmue fue especial. Y cuando lo juegue por primera vez me lo dejo claro. Pero esta segunda vez que vuelvo a caminar por sus calles, me doy cuenta que es aun más lo que me ha marcado de lo que pensaba. Ha sido el primer juego que ha creado en mi, una nostalgia artificial. Una nostalgia que jamás he vivido en la realidad, pero que cuando estoy en el mundo de Shenmue, parece que estoy allí, visitando sus rincones o incluso metiendo alguna monedilla en las maquinas de juguetes para ver si me toca un Sonic.

¡Gracias por la lectura!

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